RETOS PRINCIPALES DE LAS INSTITUCIONES DE EDUCACION SUPERIOR
Las Instituciones de Educación Superior enfrentan
varios retos en el mundo actual. Entre los más destacados: Gestión eficiente,
Financiación, Igualdad de condiciones de acceso, Capacitación del personal,
Innovación educativa, Uso de tecnologías, entre otras.
En este blog analizaremos los siguientes desafíos que tiene la educación superior desde nuestra experiencia en al ámbito educativo, desde nuestras realidades y territorios.
RETOS DE LA EDUCACIÓN COLOMBIA
· *Formación por competencia:
Hoy día, en
nuestro país se han multiplicado las IETDH, (Institución de Educación para el
Trabajo y el Desarrollo Humano) donde se fomentan las competencias para el
desarrollo de habilidades técnicas para el trabajo, es tanto el auge de la formación
por competencias que las instituciones de educación superior como universidades
están aperturando programas técnicos en sus ofertas académicas.
Para Tobón
(2012), la formación profesional por competencia es concebida como aquella
acción de suministrar a una persona o grupo, información y entrenamiento
preciso para conocer-aprender a realizar y desempeñar una determinada actividad
laboral. También es posible comprenderla como aquellas acciones formativas que
van dirigidas a la mejora del desempeño, comprendido como aquel proceso que
permite la preparación de una persona para ejercer una determinada actividad o
profesión, garantizando el desarrollo continuo desde la educación inicial hasta
el nivel profesional, permitiendo a los desocupados adquirir un empleo para
ingresar al campo de trabajo. Es posible comprender desde esta perspectiva, que
hoy se exigen trabajadores de alto desempeño, considerados como aquellos cuyo
puesto de trabajo demuestra el desarrollo de sus competencias y ejecutan su
actividad laboral efectivamente. Las sociedades del conocimiento cada vez más fundamentan
su éxito no en el capital financiero sino en el capital humano, los puestos de
trabajo demandan de las personas una mayor capacidad de innovación y
diferenciación. Esta capacidad de diferenciación depende en gran medida de los
componentes profundos de las capacidades, aptitudes emocionales, y una
educación por competencias, cuyo valor agregado es precisamente garantizar el
desempeño y la mejora en los procesos de aprendizajes. La mayoría de las veces,
la práctica de la formación por competencias se percibe solo en el ámbito de
cursos; sin embargo, luego de ser estos dictados y/o ofrecidos no se le da
seguimiento sistemático al instruido, por lo tanto, la acción no se divisa,
debilitando así el proceso. Para corresponder al saber ser, el saber conocer y
el saber hacer, es necesario concebir las experiencias diversas tanto en lo
empírico como en lo novedoso del sistema por competencias, teniendo en cuenta
los objetivos estratégicos, planes y las capacidades que puedan demostrar las
personas en su puesto de trabajo. Igualmente, a través de la formación por
competencia se apuesta por una mayor producción con mayores resultados y en
consecuencia asociada a la formación, probando así incrementar la eficiencia,
obteniendo de la persona un alto grado de satisfacción con base a su desempeño.
Por lo anterior, considero que es imperativo
que la educación superior esté más enfocada al desarrollo de competencias,
habilidades tanto duras como blandas en los estudiantes de todas las
disciplinas, sumado a esto desde mi experiencia laboral las empresas actualmente
solicitan que sus futuros colaboradores estén más perfilados a lo técnico, lo práctico
de un quehacer, oficio o profesión.
· *INNOVACIÓN: La inteligencia Artificial y la Educación
superior.
Después del COVID 19 el mundo, la
sociedad no volvió hacer la misma, términos como reinventarse, resiliencia, virtualidad,
teletrabajo entre otras tomaron mucha fuerza en el ser humano, sumado a esto el
desarrollo de habilidades digitales han hecho que muchas profesiones deban replantear
cual es su quehacer profesional dando paso al uso de la inteligencia artificial
en muchas disciplinas y campos del saber práctico.
Me surge la pregunta ¿Qué va hacer
la Educación para afrontar este nuevo reto?
Para dar más luces al respecto
Morín (2018) expuso los sentidos de la conservación en la misión universitaria
en dos perfiles contrapuestos:
1. La
conservación vital, la cual está orientada a preservar y salvaguardar, en
función del proceso del desarrollo que sustenta el futuro, asentado sobre las
bases de un pasado conservado y transmitido bajo los cánones propios de los
Claustros Académicos; ya que a su entender el futuro, entendido como tal, no
puede materializarse si no está umbilicalmente ligado a un pasado
salvaguardado.
2. La
conservación estéril, aspecto que no sería tan negativo si es que,
históricamente referenciado, la universidad durante mucho tiempo y debido a sus
orígenes, se ha mantenido bajo un dogma anquilosado y muy conservador ya que en
sus claustros la rigidez y el ostracismo han sido los parámetros rectores de
mucho del tiempo de su existencia, como lo acaecido en las universidades más
antiguas que se conocen; y aquello aún sin tomar en cuenta las férreas
adopciones clericales que han cimentado las bases de muchas de ellas en el
viejo continente. Sobre este punto también se ha discutido, como por ejemplo en
el caso peruano sobre la reforma universitaria, que en su momento urgía
vitalmente tal como lo expuso el "Amauta" José Carlos Mariátegui
(1980) al mencionar que la universidad era concebida como "la Bastilla de
la reacción".
La relación contrapuesta de la conservación de los estamentos de la sociedad y su cultura y los nuevos desafíos que afronta la sociedad, colocan a la Universidad clásica en un serio dilema de elevada coyuntura, que problematiza su sesgo de decisiones en función de cuál de los dos parámetros deberá de tener en cuenta al momento de llevar a cabo sus fines y objetivos. Si es que resuelve por la primera opción, la de la conservación, se encontrará en el papel fosilizado de perpetuidad renuente, que de cierto aplicará algunos cambios circunstanciales y necesarios; pero que no serán trascendentales, lo que traducido le relegará el papel de sempiterna guardiana del statu Quo del entorno en el cual está inmersa. Ahora bien,si es que optará de forma radical por la segunda opción, que es muy atractiva, estaría frente a un difuso derrotero de aristas confrontacionales y dilemas éticos así como sociales en relación a la aplicación ad libitum de las nuevas tecnologías, que a la luz del panorama actual siguen generando Arduas Controversias a nivel mundial acerca de los riesgos y peligros de la IA y su mal uso, o el paradójico futuro de la independencia de las máquinas inteligentes que llevarían al riesgo de extinción a la especie, cuyos argumentos colindantes entre la ciencia ficción y reputados científicos tienen a cundir ciertos atisbos de alama al respecto, aunque algunos tratan de tildarlos como "chauvinismos digitales" (Rao, 2018).
Entonces cabe la interrogante ¿puede optarse por un modelo adecuado que logre equilibrar estos parámetros contrapuestos entre sí? La respuesta, se dará en la serie de mecanismos del cómo la nueva universidad se permita a sí misma el precepto dialéctico de la transformación de la cantidad en calidad, en un proceso de lucha de contrarios (y en este caso en particular en contrapuestos puntos de vista; pero correlacionados entre sí). Si se opta por las políticas de desarrollo tecnológico que se orienten a la contemplación de los múltiples desafíos que derivan de la adecuación de las nuevas tecnologías (Miailhe, 2018) y, que dichas respuestas se ajusten a responder de forma acertada y oportuna de la sociedad, sin descuidar el agudo problema de la ética y la participación ciudadana, así como también el empoderamiento digital consensuado (aspecto que los autores proponemos ante el álgido aspecto tratado) de amplio espectro; derivaría en cubrir los requerimientos de estos tiempos, aunque somos conscientes de que a más tecnologías de mayor complejidad, los ajustes deberán ser más viables y participativos.
En la formación universitaria se pone énfasis en el diseño de perfiles profesionales que se enmarquen al trabajo y la generación de conocimiento. En lo que va del presente siglo, la educación superior universitaria se ha volcado a un novedoso paradigma socio-cognitivo, donde el proceso de aprendizaje es constante y en constante evolución, en el que los contenidos y metodologías deben estar acordes a las necesidades propias de cada realidad, con la necesidad de implementar estrategias metacognitivas, el raciocinio de carácter lógico basado en nuevos estilos de comunicación e interactividad digital (Mariño y Primorac, 2016).Elaborado por: ANGELA DIAZ MARTINEZ




Interesante información, se puede hablar de Panamá y serían las mismas situaciones.
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